Día 2: Londres – Westminster, Picadilly y el Soho

En este segundo día de ruta por Londres y alrededores, nos plantamos en la capital de Reino Unido dispuestos a patear la ciudad y conocer sus atractivos. Esta ruta la empezamos con un día en «los alrededores», explorando Cambridge, cuna de genios como Isaac Newton o Stephen Hawking, y hoy vamos a visitar el centro de Londres: Big Ben, Trafalgar Square, Picadilly… ¡allá vamos!
Cómo llegar
Como os hemos comentado, nosotros llegamos a Londres desde la histórica ciudad universitaria de Cambridge en tren, que compramos a través de Trainline por unas 17£. El trayecto hasta Liverpool Street Station en la capital tarda aproximadamente 1h.
La mayoría de visitantes llegan a Londres desde alguno de los cuatro aeropuertos de la ciudad y, muchas veces, el precio del transporte al centro puede llegar a ser más caro que los propios billetes de avión. Por eso, hemos dedicado una entrada exclusiva a los trayectos más comunes entre los distintos aeropuertos y el centro, con precios, horarios y enlaces a las páginas dónde podéis reservar vuestros tickets con antelación y así ahorraros algo de dinero. ¡No os la perdáis!
Cómo moverse por Londres
Londres es una ciudad de proporciones considerables y usar el transporte público es esencial para moverse de un lado a otro. Nosotros os recomendamos que nada más llegar os saquéis la Oyster Card: hay montones de líneas de metro con mucha frecuencia de servicios y con paradas que os dejarán a escasos pasos de cualquier lugar de interés. También podéis usarla en los típicos buses rojos.
Hay dos tipos de Oyster Card y aunque ambas son tarjetas monedero (es decir, se cargan y se va gastando según el número de viajes y zonas), una os puede convenir más que la otra según la duración de vuestra visita y cuántos viajes vayáis a hacer al día.
– Oyster Pay as You Go: se carga con la cantidad que uno quiera y se va gastando. Lo bueno es que hay un gasto máximo diario y a partir del momento en que uno ha llegado a ese tope, los demás viajes del día no se descuentan de la tarjeta. Por ejemplo, para viajes entre las zonas 1 y 2, que incluyen el centro y lugares algo más alejados, como Camden, el máximo diario es de 6,60£. Para conseguir la tarjeta en cualquier máquina de tickets del metro hay que dejar un depósito de 5£ que se reembolsa junto con el dinero que no hayáis gastado al devolver la tarjeta (también en las máquinas de las estaciones).
– Oyster Travelcard: se paga una cantidad fija y se va gastando. También hay un límite diario aunque varía según la duración de la estancia: para un solo día el límite son 12,6£ (prácticamente el doble que usando Pay as You Go), pero para una semana el límite son 33£, con lo cual la Travelcard sale rentable si se viaja más de 5 días. Una desventaja de la Travelcard es que, a fecha de hoy, el depósito de 5£ para su emisión NO es reembolsable.
En cualquier caso, por poco que vayáis a coger el metro, la Oyster es imprescindible: ¡sin ella, los tickets de metro cuestan prácticamente el doble! Os dejamos las tarifas límite de ambas tarjetas para que podáis compararlas y decidir.
Dónde alojarse
El alojamiento en Londres es caro y más en temporada alta. Podéis encontrar habitaciones compartidas y dobles a precios asequibles sobre todo en la zona al oeste de Hyde Park. Os dejamos un enlace de Booking para que podáis disfrutar de 15€ de descuento en vuestra reserva.
En nuestro caso confiamos en Airbnb para nuestra estancia en Londres. Encontramos una casita en Tufnell Park, a una parada de metro de Camden en la zona 2, por 35€ la noche. Además de la localización y del precio, una pasada de alojamiento, súper bien decorado con un montón de fotos de viajes, libros por doquier y una habitación cómoda y luminosa. ¡Nos sentimos como en casa! Os dejamos un descuento para vuestra primera reserva si todavía no conocéis Airbnb y os animáis.
Trafalgar Square y la National Gallery
Después de instalarnos en nuestro alojamiento de Airbnb cogemos el metro a Charing Cross y salimos a la calle para encontrarnos directamente en la famosa Trafalgar Square. La estatua de Nelson, que derrotó a Napoleón en la batalla naval de Trafalgar y en la que también fue mortalmente herido, domina la plaza y los leones de la base son el punto de encuentro para muchos.
Además de para ver la plaza, hemos venido a Trafalgar Square directamente para visitar la National Gallery esta mañana. La entrada, como en la mayoría de grandes museos de la capital, es gratuita.
La National Gallery alberga una de las mayores colecciones de cuadros del mundo: los hay de todas épocas y estilos. Uno de mis favoritos es El Matrimonio Arnolfini, de Van Eyck, aunque hay miles y algunos muy conocidos, como La Virgen de las Rocas de Leonardo Da Vinci o Los Girasoles de Van Gogh. Cuanto más famoso el cuadro, mayor la aglomeración de turistas plantados ante él.
Big Ben y Westminster Abbey
Salimos de la National Gallery cuando son casi las 14h y después de comer en el Soho nos dirigimos hacia el Parlamento. De camino, recorremos Whitehall, una amplia avenida que lleva desde Trafalgar Square hasta el palacio de Westminster y donde se aglutinen la mayoría de edificios gubernamentales y embajadas. De hecho, Downing Street, cuyo número 10 es famoso por ser la residencia oficial del Primer Ministro británico, se encuentra en una travesía de Whitehall. Se puede echar un vistazo, pero desafortunadamente, la calle permanece vallada por seguridad y no se ve nada. También en Whitehall encontramos el edificio de la Caballería Real, custodiada por guardias montados.
Nosotros proseguimos y al llegar al Big Ben nos encontramos que la parte inferior del edificio tiene ya algunos andamios y es que a partir de setiembre de 2017 y durante unos cuántos años, la famosa torre va a estar en restauración, con lo cual la campana tampoco va a sonar durante una buena temporada… ¡Qué suerte hemos tenido de venir en agosto!
El Big Ben es como se le llama a la campana de la torre del reloj del edificio neogótico del Parlamento Británico, que aloja la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores. Es posible visitar el interior del Parlamento los sábados todo el año y de martes a viernes durante los períodos de vacaciones (alrededor de Navidad y Pascua, y una semana en febrero) por 18,5£ reservando con antelación aquí.
Justo enfrente del Parlamento está la abadía de Westminster, un edificio de la iglesia anglicana, con más de 700 años de historia, en el que reposan monarcas, ministros y escritores, además de ser el lugar designado para la coronación de los reyes del Reino Unido y también el de muchos enlaces reales.
La entrada a la abadía de Westminster cuesta 20£ si se compra online y es una visita recomendable para todo aquel interesado en la historia de Gran Bretaña. No está permitida la fotografía en el interior, pero algunos de los puntos fuertes de la visita son el mausoleo de Isaac Newton, el Rincón de los Poetas, la Lady Chapel, donde se halla la tumba de Isabel I, de la dinastia de los Tudor, y la Silla de la Coronación, entre muchos otros. Si decidís visitar este emblemático edificio, es muy conveniente que cojáis la audioguía que viene incluida con la entrada, pues se trata de un templo tan sobrecargado que es difícil no perderse un montón de detalles si simplemente pasear por nuestra cuenta. ¡No os olvidéis de visitar el claustro antes de salir!
El horario de la Abadía es bastante limitado. Abren de 9h30 a 16h30 entre semana, sábados de 9h30 a 14h y los domingos solo abre para la misa. La última entrada puede realizarse una hora antes de la hora de cierre. Algunos miércoles abren hasta más tarde (18h), con precios reducidos.
Nosotros salimos a las 16h30 cuando ya cerraban y pasamos delante del edificio del Parlamento para cruzar el puente de Westminster. Enseguida que llegamos al Támesis, tenemos unas vistas fantásticas al London Eye. Subir a la famosa noria cuesta unas 23£ si se compra online con antelación.
A la otra orilla, las vistas no son para menos: el Parlamento y el Big Ben se ven espectaculares. Decidimos dar un paseo por este lado del río antes de volver a cruzar hacia Trafalgar Square, donde nos tomamos un descanso en una cafetería de lo más peculiar, ¡pues se encuentra nada más y nada menos que en una cripta! Os dejamos toda la info al final de la entrada.
Picadilly y el West End londinense
Tras este merecido descanso, nos dirigimos a Picadilly Circus, zona conocida por los carteles publicitarios luminosos y nos llevamos una gran decepción… Resulta que están todos tapados y lo que vemos son en realidad lonas publicitarias… ¡Menudo chasco! Al cabo de poco de visitar, fueron unos amigos y vuelven a estar visibles y más deslumbrantes que nunca.
Continuamos andando por Shaftesbury Avenue, adentrándonos en el West End londinense, la zona de teatros donde, mañana mismo vendremos a ver el musical de Los Miserables. Aprovechamos para retirar nuestras entradas, que hemos reservado anticipadamente, y así mañana podremos evitarnos las colas.
Seguimos por esta misma calle y luego, giramos para dirigirnos a Leicester Square, donde nos metemos a flipar con los colores de la tienda de M&Ms. ¡Qué recuerdos de cuando estuve en Nueva York!
Chinatown
De regreso hacia Picadilly, encontramos una de las puertas tan características de Chinatown, el barrio chino de Londres, que se extiende principalmente por las calles al oeste de Wardour Street, con docenas de restaurantes chinos, con pato laqueado en las vitrinas, y supermercados y tiendas de productos chinos.
Aunque históricamente era un barrio de inmigrantes, la Chinatown de hoy está repleta de turistas y es una de las áreas más visitadas del Soho. Por ello, carece de autenticidad y da la sensación de ser un decorado. Así que si tenéis antojo de comida china, os recomendamos salir del barrio: hay miles de restaurantes étnicos en Londres y seguro que encontraréis alguno más real. Si bien muchas guías indican que los precios de Chinatown son baratos, quizás lo fueran en un tiempo no muy remoto, pero por lo que pudimos ver, eran muy similares a los de cualquier restaurante chino medio en la ciudad.
Dónde comer
Y con todo esto, cae la noche y nos vamos a cenar. El Soho es sin duda uno de los mejores barrios para comer en Londres. Hay un montón de restaurantes de diferentes estilos, con comida tanto inglesa como de alrededor del mundo, y hay bastantes lugares a precios asequibles ¿Queréis saber dónde hemos comido hoy?
Thai West Café: A mediodía, tras salir de la National Gallery hambrientos, nos hemos adentrado en el Soho. Pronto hemos dado con este modesto restaurante de cocina tailandesa en Brewer Street. Es un lugar muy sencillo: tienen varias bases (pad thai, arroz al curry, fideos con verduras, etc.) y se acompaña de una o dos raciones de carne con diversas especias y salsas, verduras salteadas… ¡Lo que queráis! Se puede comprar para llevar o para tomar en una de las pocas mesas que hay en el local. Las raciones son generosas y la comida sabe muy rica (y que conste que nos encanta la comida asiática). El precio es otro punto a favor: unas 6£ el plato.
Saint Martin in the Fields – Café in the Crypt: A un lado de Trafalgar Square y la National Gallery, se encuentra la iglesia de Saint Martin in the Fields. No sabemos qué tal es el templo porque cuando llegamos ya estaba cerrado, pero la cripta está abierta hasta más tarde. ¿La criptaaa? Sí, señor, la cripta de la iglesia, reconvertida en cafetería, en la que podéis tomar un café, té y dulce en un ambiente privilegiado. También servían platos propiamente dichos, aunque no llamaban mucho la atención. Tiene los precios «normales» para Londres. No os salváis de casi 3£ por un café.
Mothermash: Tras un paseo por Chinatown, no es muy tarde, pero teniendo en cuenta el sueño que tenemos decidimos ir a cenar temprano. Como este mediodía nos hemos rendido a la comida asiática, decidimos adentrarnos de nuevo en el Soho, dirección a Mothermash, un restaurante británico en una travesía de Carnaby Street, una de las calles comerciales más conocidas. La fórmula es de lo más sencilla: sirven salchichas de todo tipo y empanadas con diferentes rellenos acompañados de delicioso puré de patata (los hay también de muchos tipos) por unas 10£. Lo mejor para mí, la salsa (gravy) que ponen sobre el puré, aunque sé que hay mucha gente que la odia. No suena muy sofisticado (porque no lo es), pero está bastante bueno y a un precio aceptable.
La zona en la que se encuentra este restaurante es muy conveniente: el Soho despierta todavía más si cabe de noche y las calles están de lo más animadas. Si no estáis tan reventados como nosotros, hay montones de pubs donde alargar la velada.
En resumen:
Ruta de 9 días en Londres y alrededores
Viajes seguros:
¡Importante! Hasta el 31 de diciembre de 2020 estáis cubiertos con la tarjeta sanitaria europea en Reino Unido. Sin embargo, si no sois ciudadanos comunitarios o en cualquier caso a partir de 2021, seria recomendable visitar el país protegidos. Nosotros siempre usamos los seguros de Mondo. A través de nuestro enlace obtenéis un pequeño descuento y nos ayudáis a mantener el blog activo. ¡Gracias!
Tengo que volver a Londres. No me da la vida.
Me encanto la idea del cafe de la cripta, me lo agendo!!