Día 5: Londres – Torre de Londres, Borough Market, Covent Garden y Museo Británico

Nos despertamos en nuestro quinto día de itinerario en Londres y alrededores para una jornada llena de historia.
Torre de Londres
Ayer terminamos la jornada con un atardecer en el Tower Bridge, el Puente de la Torre. Hoy empezamos el día casi en el mismo sitio, pero esta vez en la orilla norte del Támesis, en la histórica fortaleza de la Torre de Londres.
Las entradas a esta fortificación, construida durante la conquista normanda en el siglo XI, cuestan 21,5£. Nada baratas, pero teniendo en cuenta que los museos en Londres son gratis y que hemos seleccionado cuidadosamente dónde queríamos pagar (de hecho, la única otra atracción de pago que hemos visitado fue la abadía de Westminster), no nos duele tanto. Y ojo, que este precio es para las entradas compradas en la página oficial con antelación: ¡allí cuestan 25£! Si las compráis online os las mandan a casa gratis (aunque teniendo en cuenta el monto casi mejor decir que el envío viene incluido en el precio) o podéis recogerlas allí mismo.
Abren de 9 a 16h30, excepto domingos y lunes que abren a las 10h. Nosotros llegamos justo a la hora de apertura para poder disfrutar del lugar un poco más tranquilos, por lo menos al principio. A pesar de ello, cuando llegamos nos informaron de que con la entrada puedes realizar un tour gratuito de la mano de un Yeoman Warder, los guardianes de la torre, más conocidos como Beefeaters, pero el primer tour empieza a las 10h. Como nos da tiempo para conocer algo por nuestra cuenta antes, nos vamos directos a la Casa de las Joyas de la Corona, la colección de joyas más valiosa del mundo. A estas horas no hay cola y podremos ver la exposición sin ponernos de puntillas para ver algo.
La fotografía no está permitida en el interior, por lo que os contamos un poco qué podéis ver en el interior. En primer lugar, destacan dos coronas con un alto valor simbólico para la monarquía británica: la Corona de San Eduardo, creada para la coronación de Carlos II; y la Corona Imperial del Estado, para la reina Victoria. Como curiosidad, la reina Victoria mandó hacer una corona mucho más pequeña, de tan solo 10cm de diámetro, y ligera (eso sí, toda en diamantes) porque la que usó en la coronación le resultaba incómoda y pesada. Es la corona con la que se la suele ver representada.
Además de coronas, las joyas también incluyen diademas, cetros y orbes, anillos y brazaletes; vajillas completas e incluso una cuchara del siglo XIII que se usa solo para la unción en las coronaciones. Hay también espadas, como la Espada Enjoyada del Ofrecimiento, que también lucen los reyes y reinas en las ceremonias de coronación y que tiene representados los símbolos de los reinos que constituyen el Reino Unido.
Cuando terminamos esta visita, nos damos un paseo relajado hasta el punto de salida del tour.
Un Yeoman Warder ya está esperando para empezar la ruta. Diría que esta visita es solo recomendable si domináis el inglés y, si tenéis alguna noción de historia británica, mejor, porque la mayoría de las veces mencionan los nombres de los monarcas y otros personajes ilustres sin mucho contexto y es fácil perderse entre tanta explicación. Por todo lo demás, las anécdotas, sobre todo de muertes, traiciones y fugas (la Torre de Londres fue prisión para muchos condenados a muerte), son contadas de una forma muy amena, con divertidos toques de humor (británico, claro).
Nuestro Beefeater, entre otras muchas historias, nos contó el origen legendario de los cuervos en la Torre de Londres. El rey Carlos II quiso deshacerse de estas criaturas, pero su astrónomo Flamstead le advirtió que matar a un cuervo podría conllevar muy mala suerte, que incluso podía significar la caída y la pérdida de la Torre de Londres. Desde entonces, Carlos II y los sucesivos monarcas se encargaron de alimentar a las aves para que nunca se marcharan. La leyenda es todavía mayor según quien la cuente y se dice también que fue como muestra de agradecimiento al astrónomo que Carlos II mandó la construcción del observatorio de Greenwich al sur de la ciudad en 1675.
El tour lleva por el exterior de los edificios principales de la Torre de Londres, pero el único interior que se visita es el de la capilla de San Pedro de las Cadenas, lugar de reposo eterno de los conspiradores ejecutados públicamente en las inmediaciones de la Torre, en la colina Tower Hill.
Hay que destacar que, a pesar de ser traidores, eran conspiradores de alto standing y, por ello, los enterraban en la misma torre, un lugar bastante honorífico a pesar de sus actos.
Al contrario de lo que puede pensarse, los Yeoman Warder no son guías turísticos con disfraz: acceder a un puesto de guardia real requiere 22 años de servicio en alguna rama del ejército británico (naval, tierra o aire) y haber conseguido una medalla por largo servicio y buena conducta. Además, los Beefeaters (y sus familias si así lo desean) están obligados a residir en la Torre de Londres (al entrar veréis una calle de viviendas centenarias a la izquierda).
Cuando termina el tour, ya con pleno conocimiento de todos los edificios, realizamos la visita a los interiores. La Torre Blanca, en el centro de la fortaleza es el más interesante, ya que alberga una exposición histórica que ya existía en la edad media: una colección de caballos de madera, montados por armaduras originales, con armas medievales de todo tipo. Si impresiona ahora, no nos imaginamos la reacción de los visitantes extranjeros al castillo hace siglos ante tal muestra de poder. Además, también pueden verse máscaras funerarias de diversos monarcas, positivos de cera de las caras de reyes y reinas tras sus muertes.
Hay otros edificios en los que pueden verse uniformes del ejército en diferentes épocas, torreones con recreaciones de estancias medievales y muchos más detalles de la vida en la fortaleza.
En los jardines en verano hay representaciones de duelos medievales, especialmente enfocados para los niños. Además, también podréis ver figuras de animales salvajes (osos, leones…), que representan los regalos exóticos que los reyes exhibían en la Torre como muestra de exotismo, curiosidad y poder.
Monumento al Incendio de Londres
Tras esta magnífica visita a la Torre de Londres, pasamos por delante del Monumento Conmemorativo del incendio que arrasó Londres en 1666, una columna dórica de 62m de altura. El monumento se erige sobre el punto donde se originó el incendio.
Aunque nosotros no lo hicimos, se puede subir a lo alto para disfrutar de las vistas panorámicas por 4,5£.
Leadenhall Market
Nos desviamos un poco más al norte para echar un vistazo a Leadenhall Market, un precioso mercado cubierto en pleno distrito financiero. Antaño, se trataba de un mercado de flores y productos alimentarios, pero actualmente está repleto de cafeterías y restaurantes, frecuentadas por trabajadores del distrito (todos trajeados), además de tiendas exclusivas.
Si el otro día os contamos todo sobre los estudios de Harry Potter en Londres, no podemos dejar de contaros que estas galerías se usaron como exterior para el Caldero Chorreante en el callejón Diagon en la primera película de la saga.
El mercado gastronómico de Borough Market
Adelantamos algo de tiempo cogiendo el metro de Monument hasta London Bridge (¡las distancias en Londres son brutales!), ya que queremos parar en Borough Market antes de la hora de comer. Borough Market es un mercado gastronómico que nos encantó: tiene una zona de mercado en sí, con frutas, verduras, pescado, quesos, carne y más productos frescos; y otra zona más para comer, con puestos de comida callejera, pastelerías y productos preparados como confituras y salsas.
Las recetas de Jamie Oliver
Nos hemos ido de Borough Market con mucha hambre y cogemos el metro esta vez hasta Covent Garden. Pero antes de visitar este otro mercado, ¡es imperativo que comamos! Hoy hemos decidido probar una de las cadenas de restaurantes del famoso chef inglés, Jamie Oliver. Si no le conocéis, se trata de un popular cocinero cuyas recetas destacan por su sencilla y rápida preparación en su afán de demostrar que comer sano no lleva más tiempo ni esfuerzo. Aunque puede que lo recordéis más por la controversia de su receta de paella con chorizo. A mí personalmente, me encantan los programas especiales de Jamie Does… en los que visita diferentes países europeos y del Norte de África preparando platillos locales.
Jamie’s Italian es la cadena que hemos escogido para ver que se cuece en el negocio de este chef. Hay varias localizaciones en Londres y alrededores, pero no todas tienen los mismos menús ni las mismas ofertas. Podéis consultarlas en su web. Por ejemplo, cuando nosotros fuimos había un menú de plato y postre por 13£ y otro de primero, segundo y postre por 17£ (bebidas a parte, pero la jarra de agua es gratis) y, actualmente, han cambiado la oferta por un descuento en platos seleccionados.
En nuestro caso probamos la bruschetta y los tallarines con salsa de trufa (¡por favor, qué ricos!) de primero, macarrones con verduras y N’duja (un delicioso – y picante – embutido siciliano) y un panecillo con pollo con especias y verduras. Y aunque estamos llenos, el postre es para derretirse de gusto: pedimos una tarta de limón y un brownie de chocolate ¡con helado de palomitas!
Un paseo por Covent Garden (y un oasis escondido: Neal’s Yard)
Estamos tan llenos que casi llegamos a Covent Garden rodando. Nos damos un paseo rápido por el mercado cubierto que tiene desde cafeterías y restaurantes hasta puestos de souvenirs (algunos bastante cutres) mientras escuchamos la música en directo que ameniza la tarde a pesar de la fina lluvia que empieza a caer.
Seguimos nuestra ruta hasta una gema escondida de Londres, un pequeño patio de colores vivos llamado Neal’s Yard.
La verdad es que llueve y apenas podemos disfrutar del lugar y pronto nos metemos en una tienda de quesos que nos ha llamado la atención: Neal’s Yard Dairy. Los franceses tienen el estereotipo de amantes del queso, pero por la mala fama de la gastronomía británica no teníamos ni idea de la variedad de quesos autóctonos que produce el país. Se ve que nos han visto ojitos y enseguida nos han dado a probar quesos de todo tipo y, como no, hemos salido con uno que nos ha enamorado y que, junto a nuestra compra del super, de ayer nos va a ir de perlas para la cena de esta noche en el Airbnb.
Atardecer en el Museo Británico
Hemos colocado nuestra visita (imprescindible) al British Museum específicamente hoy porque es viernes y abre a las 20h (el resto de la semana cierra a las 17h30). Este horario extendido nos va a permitir disfrutar de las infinitas colecciones con más tiempo (¡aunque no os confiéis porque las galerías y salas de este museo no terminan nunca!).
Ya solo de ver todo lo que tiene el Museo Británico que le falta al Partenón de Atenas hay para largo (sí, de todos es conocido que hubo un tiempo en que los ingleses se lo llevaron todo de todos los rincones del planeta). Además de una colección de esculturas griegas impresionante, el museo exhibe también el friso grabado que rodeaba la parte superior del edificio del templo del Partenón, con figuras realmente fascinantes.
Cambio de escenario pero misma pregunta: ¿quedarán momias en Egipto con todas las que hay en el Museo Británico? Sarcófagos, esculturas, inscripciones, papiros… Las galerías dedicas a Egipto son junto a las de Grecia, las más concurridas del museo.
En esta zona podréis ver también la famosa piedra de Rosetta. Se trata de una pieza clave para descifrar los jeroglíficos, incomprehensibles en su mayoría hasta que no se descubrió la piedra. Lo que se ve grabado es un decreto faraónico en jeroglíficos traducido al alfabeto demótico y al griego antiguo. Comparando las tres traducciones, los historiadores pudieron descifrar el sentido de los símbolos de la antigua escritura egipcia.
De los egipcios pasamos a los tesoros del imperio asirio, entre los que destacan los hombres-leones alados (Lamasu) que se colocaban en las entradas de ciudades y palacios mesopotámicos y unos relieves que retratan una cacería de leones.
Y por si las culturas de la antigüedad no fueran suficientes, el Museo Británico cuenta también con colecciones de arte árabe, libros ilustrados del imperio japonés, tesoros de la América precolombina y hasta un moai de la Isla de Pascua.
Por muchas horas que se le dediquen, este museo siempre reservará sorpresas inéditas para sus visitantes. Y como la mayoría de los grandes museos de la capital británica (como el Museo de Historia Natural, otro imprescindible), ¡es gratis!
Regresamos a casa desde la estación de Tottenham Court Road y llegamos alrededor de las 21h a nuestro Airbnb, listos para la cena, ducha y a dormir.
En resumen:
Ruta de 9 días en Londres y alrededores
Viajes seguros:
¡Importante! Hasta el 31 de diciembre de 2020 estáis cubiertos con la tarjeta sanitaria europea en Reino Unido. Sin embargo, si no sois ciudadanos comunitarios o en cualquier caso a partir de 2021, seria recomendable visitar el país protegidos. Nosotros siempre usamos los seguros de Mondo. A través de nuestro enlace obtenéis un pequeño descuento y nos ayudáis a mantener el blog activo. ¡Gracias!
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