Día 9: Luxor – Valle de los Reyes

La monumentalidad de los templos y las necrópolis en Egipto es un no parar de lugares imprescindibles en el itinerario. Ayer visitamos el impresionante templo de Karnak en Luxor. Hoy, cruzamos el Nilo para explorar la antigua necrópolis de Tebas. En particular, visitaremos las imponentes tumbas del Valle de los Reyes, el templo funerario de la reina Hatshepsut, Medinet Habu (el templo mortuorio de Ramses III) y dos tumbas realmente bonitas del desconocido Valle de los Nobles.
Cómo moverse por el Valle de los Reyes y alrededores
Para moverse por la riba oeste de Luxor, os recomendamos que acordéis un precio con un conductor que os acompañe todo el día. Uber y Careem operan en el este de la ciudad, pero hay menos tráfico en la orilla del Valle de los Reyes. Nosotros lo contratamos directamente a través de nuestro hostal por 350EGP, todo el día e incluyendo las paradas que quisiéramos. Directamente con el conductor, seguramente podríais negociar a la baja.
Si lo hacéis de esta manera, antes deberéis cruzar a la otra orilla en barco de motor, ya que cruzar el puente por carretera supone unos 50 minutos de trayecto que preferiréis invertir en descubrir todo lo que ofrece el oeste de Luxor.
Tumbas del Valle de los Reyes
El Valle de los Reyes fue la necrópolis del Imperio Nuevo (entre los siglos XVI y XI aC). Los antiguos egipcios escogieron esta zona geográfica irregular, con rocas de poca dureza, para facilitar la excavación para el entierro de los faraones y nobles de la época. Lo que facilitaba la construcción ha conllevado problemas de conservación, especialmente debido a las acumulaciones de agua cuando llueve.
Aun así, son muchas las tumbas que se han preservado hasta nuestros días. Por ahora se han descubierto 63 a los pies de la montaña Al Qurn. Algunas consisten en una sola cámara funeraria, mientras que otras son complejos de hasta 120 cámaras.
La entrada general al Valle de los Reyes cuesta 240EGP. Incluye la visita a tres de las tumbas que tengan abiertas (van rotando).
Nosotros visitamos primero la tumba doble de Tausret y Setnakthe. Aunque la tumba era originalmente de la reina Tausret, Setnakthe se la apropió y la expandió, de modo que es de las pocas con dos cámaras funerarias distintas. Esta expansión hace que sea también de las tumbas más profundas del valle (112m).
A continuación visitamos la tumba de Merneptah, algo más modesta. Aunque ha sido restaurada y reabierta al público en 2015, la tumba ha sufrido inundaciones que han dejado las pinturas murales deslucidas.
La última tumba a la que entramos con el pase general fue la de Ramsés III, la más exhuberante de las tres en cuanto a relieves y colores.
Tumbas de Ramsés V y VI
Además de las tumbas generales, hay otras para las que hay que pagar una entrada aparte. Es el caso de la tumba de Ramsés V y VI, que os recomendamos encarecidamente. Son 80EGP adicionales para una de las tumbas mejor conservadas del valle. La estructua de la misma es sencilla. Solo consta de un pasadizo descendiente, sin cámaras. Los relieves y frescos, sin embargo, son impresionantes.
En la cámara sepulcral, las pinturas murales representan episodios del Libro de la Tierra, mientras que el techo muestra la figura alargada de la diosa Nut, el día y la noche.
La más famosa de las tumbas de pago es, sin embargo, la de Tutankhamon. Sin embargo, no la visitamos porque si bien tiene fama, la belleza de su interior no es comparable a la de otras tumbas del Valle de los Reyes. El descubrimiento de la tumba por Howard Carter en 1922 fue un hito de la arqueología porque se encontraron una cámara sellada y con todo el ajuar funerario intacto. Aun así, Tutankamon fue un faraón bastante menor y su tumba no justifica los 300EGP extra que hacen pagar por verla. La momia permanece allí en su sarcófago, mientras que gran parte del ajuar puede verse en el Museo Egipcio de El Cairo (que está previsto que se traslade al nuevo museo de Giza).
Datos prácticos
Dedicamos aproximadamente 2h a visitar las tumbas del Valle de los Reyes. Tanto la entrada general como las extras se compran en las ventanillas de la entrada, no se venden en el interior. Desde la entrada a las tumbas hay un paseo de unos 10 minutos andando o la opción de coger un trenecito por 8EGP que lleva de la entrada a la zona de las tumbas. Más que por la distancia, puede ser útil para personas con movilidad reducida o en días de calor sofocante.
Templo de Hatshepsut
Nos encontramos con nuestro conductor y nos deja en la siguiente parada del recorrido de hoy, el templo mortuorio de la reina Hatshepsut. Fue fue la segunda reina del Antiguo Egipto documentada, aunque se supone que hubo más que la precedieron. Actuó de regente tras la muerte de su marido, Tutmosis II, cuando el trono le correspondía a un hijo de este con otra de sus esposas, Tutmosis III, que en esos momentos tenía tan solo 2 años. Fue una mujer fuerte y se atribuyó los símbolos faraónicos y del poder del Antiguo Egipto. Muchos de los relieves fueron borrados y sustituidos para borrar parte de su legado por faraones posteriores.
El complejo consta de diversas terrazas sostenidas por columnatas. En la 3a de las terrazas, las columnas la representan a Hatshepsut con atributos masculinos, como la barba postiza en la barbilla, en posición de Osiris, dios de la muerte. Pasadas estas columnas pueden verse diversos templos, uno de ellos dedicado a la diosa Hathor, representación de la feminidad.
Datos prácticos
Estuvimos cerca de 1h-1h30 en el templo de Hatshepsut. La entrada cuesta 120EGP.
Valle de los Nobles
Seguimos al Valle de los Nobles. Antes, paramos en una caseta de venta de entradas, donde deben comprarse todas las que corresponden a monumentos menos visitados de esta zona de Luxor.
Las entradas para dos tumbas del Valle de los Nobles cuestan 40EGP. Nosotros escogimos las de Rekhmire y Sennefer. Se trata de tumbas que carecen de la grandiosidad de las tumbas faraónicas. Sin embargo, se representan imágenes más cotidianas y, por lo tanto, más comprensibles para no-egiptólogos.
Rekhmire fue gobernador de la ciudad de Tebas durante el reinado de Tutmosis, las cámaras de su tumba son dos pasillos en forma de T. En el pasillo horizontal respecto a la entrada se pueden distinguir diversas tribus y pueblos que constituían el imperio egipcio, con vestimenta, ofrendas y animales típicos de cada región. A su vez, el pasillo vertical muestra diversas profesiones de la antigüedad y ofrendas a los dioses. Al fondo está la «falsa» puerta que conectaba a los muertos con el más allá. Se trata de una copia, pues la original está expuesta en el museo del Louvre en París.
Para acceder a la tumba de Sennefer, se baja por unas escaleras a las profundidades de la roca. Una vez abajo, uno tiene que agacharse para pasar por un hueco que conecta a la cámara mortuoria. Sennefer era un noble gobernador, cuyas funciones incluían supervisar los puertos y, por ello, también el comercio de vino. El techo de su tumba está completamente recubierto de pinturas de vid y racimos de uvas, mientras que las paredes y columnas lo representan a él junto a sus diversas esposas, hijas y hermanas, en posición de ofrenda. Esta tumba, aunque pequeña, vale muchísimo la pena. Si vais por libre, es una joya desconocida que no os podéis perder.
Medinet Habu
Nuestra penúltima parada en la orilla oeste de Luxor es en el templo mortuorio de Ramsés III. Las entradas se compran en la misma caseta que las del Valle de los Nobles y cuestan 100EGP.
Este faraón fue conocido por sus campañas militares y, por ello, los relieves del primer pilono y el primer patio de este templo representan imágenes bélicas.
Imposible no fijarse en lo profundos que son los grabados en relieve de los muros aquí: Ramses III no quería que nadie pudiera usurparle su templo mortuorio y se aseguró que los jeroglíficos fueran permanentes.
Una vez que se accede al segundo patio, cambia la temática. Las paredes recogen aquí representaciones de distintas celebraciones religiosas. Los relieves están muy bien conservados, ya que los primeros cristianos reutilizaron el templo para el culto y en lugar de destruir las imágenes que consideraban paganas, las cubrieron con yeso.
En la parte posterior del templo, a un lado, hay una sala donde destacan estos curiosos monos babuinos, frecuentemente relacionados con la adoración al sol en el Antiguo Egipto, como ya vimos en los templos de Abu Simbel.
El templo de Medinet Habu es inmenso y está muy bien conservado. La mayoría de tours organizados no lo visitan, priorizando el Valle de los Reyes y el templo de Hatshepsut. De nuevo, si vais por libre y disponéis de tiempo, este puede ser un atractivo a considerar en la riba oeste del Nilo.
Colosos de Memnón
Finalmente, hacemos una parada rápida en los colosos de Mnemón antes de regresar al muelle, donde cruzaremos de nuevo a la otra orilla. Podéis parar aquí tanto a la ida como a la vuelta, ya que se encuentran en la carretera que lleva al muelle. Su visita es gratuita y hay un aparcamiento justo enfrente.
Los colosos, de 18m de altura, están hechos de una sola pieza. Originalmente custodiaban el templo de Amenofis III, probablemente el más grande del Antiguo Egipto, que fue destruido por faraones posteriores para reutilizar los materiales.
De los colosos se cuenta una historia curiosa a la vez que divertida. La estatua de la derecha fue todo un atractivo turístico ya en tiempos romanos, ya que se decía que cantaba al amanecer. El historiador romano Plinio documenta en sus crónicas que fue incluso el emperador Adriano. El sonido era real y se debía a una fisura resultado de un terremoto. El emperador Septimo Severo la mandó arreglar en el año 199dC.
En resumen:
Itinerario de 10 días en Egipto sin crucero
Seguro de viaje
Porque nunca se sabe, no se nos ocurriría viajar a Egipto sin seguro, ni con crucero ni sin él. A través de nuestro enlace obtenéis un pequeño descuento y nos ayudáis a mantener el blog activo. ¡Gracias!
