Día 6: Arequipa – Plaza de Armas, la momia Juanita y el mirador de Yanahuara

Monasterio de Santa Catalina
Aunque no contábamos con ello, ya que nuestra idea era visitarlo ayer por la tarde-noche, empezamos nuestro segundo día en Arequipa en el monasterio de Santa Catalina suplicando al gerente que nos deje entrar de nuevo ya que ayer nos cerraron con la visita a medias por una confusión de horarios que os contamos en detalle en nuestra entrada anterior. ¡Por suerte, nos dejaron reingresar sin ponernos pegas!Plaza de Armas
Al terminar la visita al monasterio, ya podemos seguir con nuestros planes iniciales y nos vamos directos a la plaza de Armas, el centro neurálgico de Arequipa que aúna dos de las señas de identidad de la ciudad: el sillar blanco en sus arcos y balcones y la silueta del volcán Misti de fondo, sobre la catedral.
Mercado de San Camilo
Seguimos nuestro recorrido matutino hacia el mercado de San Camilo, quizás el mercado que más nos sorprende de todo Perú, pues el de Surquillo en Lima es una buena primera toma de contacto pero sin más y el de San Pedro en Cusco es quizás demasiado turístico. En cambio, en el de San Camilo predomina la clientela local y además de los jugos hechos al momento (por cierto, riquísimos), hay secciones para todo: desde los puestos más comunes de fruta, verdura, carne y pescado, hasta puestos de hierbas, brebajes y remedios varios (y por varios quiero decir que hasta tenían bebés aplaca disecados…).
Museo de los Santuarios Andinos
Son las 12h y poco cuando llegamos al Museo de los Santuarios Andinos, donde se encuentra expuesta la momia Juanita o «la dama de las nieves», una niña inca sacrificada en la ladera del volcán Ampato, cuyo cuerpo se rescató del hielo en 1995. La entrada general al museo cuesta 20 soles (unos 5€), la mitad para estudiantes extranjeros. Este precio no incluye el servicio de guía (obligatorio), llevado a cabo por estudiantes de la Universidad Católica de Santa María a la cual pertenece la exposición. La siguiente visita en español empieza a las 12h30 con el visionado de un documental de unos 15-20 minutos de National Geographic sobre el hallazgo de la momia. Los incas preparaban a chicos y chicas jóvenes, normalmente de ambos sexos para mantener la dualidad natural, como la ofrenda más pura que podían dar a sus dioses. Ellos sabían que emprendían un camino hacia el sacrificio en los apus (las montañas sagradas) y es impresionante pensar cómo esta gente era capaz de realizar un itinerario tan tortuoso hacia los volcanes sin equipamiento especial y sin apenas oxígeno. El museo está dedicado a Juanita y otros niños sacrificados, además de las ofrendas a los dioses que se dejaban junto a los cuerpos. En el interior del museo, hay restos de cerámica, pero también pequeñas figuras de oro del inca mascando coca (tienen un diminuto bulto en una de las mejillas), miniaturas de alpacas y vicuñas, y mantos con tejidos de los animales míticos que representaban los tres niveles del mundo: el cóndor (el cielo), el puma (la tierra) y la serpiente (el submundo). Todo esto se ve un poco a lo rápido para nuestro gusto… Los grupos de visitantes son muy grandes y nuestro guía iba corriendo de un lado a otro, empezando la explicación sin prestar atención a si ya estábamos todos o si alguien se había perdido (y eso que se jugaba la propina casi obligada). El museo exhibe piezas imprescindibles, pero el sistema de visitas es muy mejorable. Finalmente, se llega a la última sala donde se encuentra la momia Juanita. La urna en la que reposa está congelada y los cristales de la misma, algo escarchados, lo que dificulta la visión. Sin embargo, lo que se puede vislumbrar es una momia en muy buen estado de conservación: cara, pelo, piel, manos y uñas, e incluso el color rojo de la ropa que llevaba en el momento del sacrificio. Sí que es cierto que con el tiempo del que se dispone y de la pobre visibilidad, las momias del Museo Regional de Ica se pueden observar con mucho más detalle, pero eso no le resta importancia al tesoro arqueológico que representa Juanita.El chupe de camarones
La visita al museo dura como 1h y ya son las 13h30, hora de comer. Estando en Arequipa tenemos que probar sí o sí otra picantería. Ayer probamos La Benita de los Claustros. Hoy, nuestra primera opción era La Capitana, pero cierra los jueves. Por lo tanto, nos decantamos por una opción menos conocida, el Super Adobo arequipeño, una picantería más modesta con precios muy asequibles en sus menús del día (sirven adobo los domingos). Nosotros pasamos del menú porque había que probar otro de los platos estrella de Arequipa: el chupe de camarones. Y para que un plato de marisco sea tan recomendado en una ciudad a más de 150km del océano, tiene que estar muy rico. Como cualquier plato en cualquier picantería de la ciudad (a esta conclusión hemos llegado), el chupe de camarones viene en tamaño bol de ensalada como poco y bien cargado.
Mirador de Yanahuara
Seguimos nuestro camino hasta el mirador de Yanahuara. Una última cuesta arriba nos lleva a los arcos de sillar del mirador, desde donde se tienen unas vistas despejadas al cono del volcán Misti. Cada uno de los arcos lleva una inscripción relacionada con la región de Arequipa y sus habitantes. «No se nace en vano al pie de un volcán» es quizás la más conocida, que evoca la fuerte identidad y el espíritu luchador de los arequipeños.


Si disponéis de más tiempo en la ciudad, hay un tour de la campiña arequipeña. Toma unas 4-5h en minibus y que lleva a los miradores de Yanahuara y del Carmen Alto en el oeste de la ciudad, así como a la Mansión del Fundador y el molino de Sabandía en el sur. El precio ronda los 20-25 soles (unos 5-6€), sin contar el precio de las entradas.
Desde el mirador del Carmen Alto tardamos unos 40 minutos de regreso a la plaza de Armas, cuyo sillar refleja la luz nocturna de una forma única.

Aprovechamos que todavía queda para la hora de la cena para dar un paseo por la zona y terminamos en el Arepa Fusión, un pequeño local (apenas hay unas sillas en la barra) que regenta un venezolano exiliado de su país que tiene muchas historias por contar y unas arepas crujientes con rellenos varios y deliciosos a 6 soles la unidad (1,5€; una alimenta bien, quizás dos si tenéis mucha hambre).

En resumen:
Itinerario de 16 días en Perú
¡No viajes sin seguro!
Contrátalo con descuento y, de paso, nos ayudáis a mantener el blog. Si vais a realizar algún trekking en la montaña, añadid la opción de deportes de aventura para que os cubra a más de 3000m. Es fácil superarlos en Perú 😉