Día 5: Cómo llegar a Asuán – Templo de Philae y obelisco inacabado

Día 5: Cómo llegar a Asuán – Templo de Philae y obelisco inacabado

Con la visita a Dashur y Saqqara, se terminan nuestros días en El Cairo. Aunque las pirámides de Giza nos han fascinado y también hemos podido ver los principales atractivos de la ciudad en dos días, no nos apena dejar atrás el caos de esta megaurbe.

Los siguientes destinos de la mayoría de viajeros a Egipto serán Luxor y Asuán, en el orden que se prefiera. Nosotros optamos por empezar por la ciudad más lejana, Asuán, para luego volver a El Cairo pasando por Luxor. Los cruceros salen de ambas ciudades, pero desde Asuán son menos noches, ya que se sigue el fluir del Nilo.

Cómo llegar a Asuán

Se puede llegar tanto a Asuán como a Luxor en avión o en tren. Los aviones son obviamente más rápidos, pero en los trenes se pasa la noche y, en el caso del tren de literas, se incluye la cena y el desayuno. Nosotros optamos por la opción del tren tanto para ir a Asuán como para regresar a El Cairo desde Luxor. Usamos distintas modalidades para cada uno de los trayectos: en literas para el primero (precio similar al avión) y en butacas de primera clase (mucho más barato) para el segundo.

La estación de trenes Ramsés II de El Cairo está totalmente renovada y su aspecto lujoso contrasta con el caos del exterior. La cafetería de la primera planta está fenomenal para amenizar la espera. No hay servicio de guardaequipajes.

Tipos de trenes

Para El Cairo-Asuán tomamos un sleeper trainLos vagones cuentan con compartimentos con dos camas (literas). En caso de ser más viajeros, la reserva os permite pedir compartimentos adyacentes. Si vais con niños, los compartimentos pueden estar conectados a través de una puerta.

Los precios no son económicos (unos 70€ por adulto). Incluye cena y desayuno (tipo vuelo, sin lujos). Tenéis aquí la web para reservar. A nosotros nos encantan los trenes nocturnos y teníamos experiencia de Interrail, Marruecos y China. Si no estáis convencidos o los transportes nocturnos no entran en vuestro concepto viajero, los vuelos tienen aproximadamente los mismos precios.

Para la vuelta desde Luxor a El Cairo prescindimos de las literas y fuimos en primera clase de un tren convencional. Aunque los asientos son reclinables, no es tan cómodo y tampoco se tiene privacidad. Aun así, los precios son sustancialmente más bajos: pagamos unos 14€ por el trayecto. La web para los trenes convencionales es esta y hay que registrarse antes de poder comprar. Es recomendable hacerlo en línea, ya que en taquillas el idioma es un obstáculo y, al parecer, a veces se niegan a vender este tipo de asientos a extranjeros.

Teóricamente, desde El Cairo, debería llegar a Luxor en 9h30 y a Asuán en 12h30. A la práctica, los retrasos son frecuentes. Nos comentaron que normalmente llegaba entre 1 y 2h tarde. En nuestro caso, llegamos con 3h30 de retraso.

Implicó un cambio de nuestros planes: habíamos pensado ir al templo de Philae y al obelisco inacabado por la mañana y dar un paseo en faluca por la tarde. Contactamos con Aswan Individual, la agencia que usamos para las excursiones en Asuán y las que no hicimos por libre en Luxor, y nos cambiaron la faluca al día siguiente sin problema alguno. Además, estuvieron pendientes de nuestro retraso para esperarnos en la estación a la llegada.

Templo de Philae

Nada más llegar a Asuán, el representante de Aswan Individual nos lleva directamente con el conductor que nos acompañará al templo de Philae. Al ser nuestra primera visita a un templo y por el plus de que se encuentra en una isla y hay que negociar la tarifa con los barqueros, decidimos que nos convenía hacer esta primera visita con guía. Nos tocó una chica que hablaba muy bien español y que fue muy informativa a la vez que nos dejó tiempo para recorrer el templo una segunda vez a nuestro aire.

Desde la estación se tardan unos 15-20 minutos hasta el embarcadero. Compramos las entradas al templo por 180EGP. El trayecto en barco apenas dura unos 10 minutos.

Un templo rescatado de las aguas

El templo de Philae ya sufría las crecidas del Nilo, pero al construirse la presa de Asuán la isla donde se ubicaba y el templo iban a quedar completamente sumergidos. Entonces, se pusieron manos a la obra y trasladaron el templo pieza a pieza a una isla cercana, pero más alta. Un trabajo titánico que consiguió preservar uno de los templos mejor conservados del país. Si observáis con atención, se pueden ver las marcas de agua en los bajos de los muros del templo.

Templo de la diosa Isis

El templo de Philae está dedicado a la diosa Isis, diosa del amor. Isis estaba emparejada con Osiris. Este fue asesinado una primera vez por su hermano Seth e Isis lo devolvió a la vida. A la segunda, Seth quiso asegurarse que Osiris no reviviera y lo cortó en trozos que repartió por todo Egipto. Isis y su hermana Neftis recorrieron el reino para recoger los pedazos de Osiris y, con la ayuda de los dioses Anubis i Tot, lo momificaron. Isis usó su magia para revivir a Osiris, con quien tuvo un hijo (Horus, el dios halcón) antes de que Osiris tuviera que marcharse al inframundo, convirtiéndose en el dios de la muerte. Aquí podéis ver a Isis protegiendo a Osiris momificado con sus alas en una escena de ofrenda en el interior del templo.

Philae se construyó en la época ptolemaica. Fue utilizado por los grecorromanos, que mantuvieron el culto a la diosa Isis hasta que Justiniano I lo prohibió en el año 535dC. Veréis que muchos de los relieves de los templos egipcios están «picados», especialmente las caras y las extremidades.

Podría haber dos explicaciones. En primer lugar, al abandonar el antiguo culto a los dioses, los egipcios temían que estos pudieran vengarse y dañaron sus imágenes. Otra de las causas del vandalismo contra los templos era que los cristianos consideraban las imágenes como paganas. Era especialmente el caso de la diosa Isis, que tenía muchas similitudes con la Virgen María como diosa madre.

Partes del templo

Todos los templos egipcios tienen la misma estructura:

Mammisi (casa del nacimiento): la mayoría de los templos tiene en su entrada un templo menor donde se representaba el nacimiento de un dios. En este caso, se representa a Isis con un bebé Horus en su regazo.

– Pilonos: gruesos muros a través de los cuales se entra a las diversas partes del templo (patios o salas). La mayoría tienen escenas de ofrendas a dioses (como es el caso de Philae) o de batallas (faraones decapitando a los vencidos).

En el alfeizar de la puerta del pilono que conduce al patio exterior en Philae podréis ver unas inscripciones en francés que corresponden a las campañas napoleónicas.

– Sala hipóstila: sala de columnas. Quizás la más conocida y sin duda la más impresionante es la sala hipóstila del templo de Karnak en Luxor. En Philae, la sala hipóstila fue reutilizada por los cristianos como capilla y algunas de sus columnas tienen grabada la cruz.

– El santuario: el templo se va estrechando y el santuario es la zona más alejada de la entrada. Muchas veces está también a mayor altura que el resto del templo, representando el fluir del Nilo desde el Alto Egipto (sur, nacimiento) al Bajo Egipto (norte, desembocadura)

Restos romanos

Además, en el caso del templo de Philae podemos observar algunos elementos pertenecientes a la época romana. Por ejemplo, justo al salir del santuario, se encuentra la puerta de Adriano. Y al lado del templo está también el quiosco del emperador Trajano.

Obelisco Inacabado

Dejamos la isla de Philae y nuestro siguiente destino es el obelisco inacabado. En esta excursión usualmente se visita también la gran presa de Asuán, a una media hora de camino. A nosotros la visita no nos decía nada y lo comentamos a la agencia Aswan Individual para personalizar el recorrido.

En cuanto al obelisco inacabado, es una visita curiosa pero diríamos que prescindible. El precio de la entrada es de 80EGP por persona, caro para lo que se ve. Se trata de una antigua cantera en la que se encuentra un gigantesco obelisco que dejaron inacabado, ya que se agrietó durante el tallado. Aun así, la visita permite hacerse una idea de lo complicado que debía ser girar el obelisco para grabar los relieves en todos sus lados, transportarlo y levantarlo en su ubicación en los templos. De haberse terminado, habría sido la pieza de piedra tallada más grande del mundo.

Isla Elefantina

Nuestras visitas del día han terminado. El conductor nos deja justo en el embarcadero desde donde tenemos que cruzar a la isla Elefantina (precio del ferry público: 5EGP), donde nos alojamos.

La orilla este de Asuán es cara en términos de alojamiento, así que nos decantamos por la isla Elefantina por ser más barata. También nos interesaba porque casi todos los miembros de la minoría nubia que reside en la ciudad lo hace todavía en esta isla del Nilo. En el norte de la isla se encuentra un macrohotel de lujo. El resto de la isla está sin asfaltar y es eminentemente humilde.

Nosotros nos alojamos en una casa de huéspedes, Hamo House: muy sencillo y con un anfitrión algo particular pero acogedor, que también regenta un pequeño restaurante frente a la casa.

Dónde comer en Asuán

No hay muchos servicios en la isla Elefantina: tan solo algunas tiendas y contados restaurantes, principalmente junto al embarcadero. Cenamos en el restaurante Nubian Dreams, justo subiendo unas escaleras desde el embarcadero. No sabemos muy bien porqué, pero la gente en Asuán está obsesionada con el reggae y la figura de Bob Marley. La terraza del restaurante sigue un poco esa estética y también son prueba de ello las rastas del propietario.

Pedimos hummus (de garbanzos), tahini (a base de sésamo), dos tajines de carne, bebidas y un postre tan sencillo como espectacular (unas tortitas bañadas en leche). Además, nos regalaron una tajine de verduras para acompañar. Pagamos 365EGP. Lo último que habíamos comido había sido el desayuno tardío en el tren. Estábamos hambrientos y todo estuvo riquísimo. Mención especial a la limonada con menta: ¡deliciosa!

Nos vamos del Nubian Dreams a nuestro alojamiento en Hamo House: mañana toca madrugar otra vez para ir a los templos de Abu Simbel.

En resumen:

Itinerario de 10 días en Egipto sin crucero

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