Florencia en dos días

Florencia en dos días

Florencia es una de las ciudades más visitadas de Italia, junto con Roma, Venecia y Milán. Un centro histórico que es Patrimonio de la Humanidad, la cuna del Renacimiento y algunos de los museos con más renombre del mundo son solamente ejemplos de los muchos atractivos de la ciudad. Si a ello le sumamos que es capital de la región de la Toscana y base ideal para explorar lugares como Pisa, Siena o pequeños pueblos toscanos rodeados de viñas como San Gimignano, entonces ya no queda duda que Florencia es un destino imprescindible en Italia.

Qué ver en Florencia

Día 1

Piazza del Duomo

Una visita a Florencia va a tener como centro neurálgico la Piazza del Duomo, donde se encuentra la Catedral de Santa María del Fiore, la joya del centro histórico de la ciudad italiana. La gigantesca cúpula de Brunelleschi, epítome del Renacimiento, se divisa desde muchos rincones de la ciudad y domina sobre la ciudad cuando se observa desde el mirador del piazzale Michelangelo, al que iremos esta tarde. La construcción se inició en 1296 y se completó en 1436. El complejo catedralicio consta de tres edificios: la catedral en sí, el campanario de Giotto (separado del cuerpo de la catedral) y el baptisterio.

La catedral

La fachada de la catedral es una obra maestra del arte gótico italiano. Como el resto del edificio, está recubierta de mármol blanco, verde y rosa. Visitar el interior de la Catedral es gratuito. Es buena idea empezar una visita de Florencia aquí y evitar las colas infinitas que se forman a lo largo del día. En comparación con el exterior, es extremadamente sobria, a excepción de las pinturas de la cúpula. Para observarla de cerca y obtener vistas a la ciudad, es necesario adquirir una entrada y conviene hacerlo con antelación. La entrada completa a todos los monumentos de la piazza del Duomo (Brunelleschi Pass) cuesta 30€ en 2023. Info actualizada y compra en la página oficial

El campanile

Su construcción separada del edificio principal del templo era común en la época para minimizar los daños que la vibración de las campanas pudieran causar en las iglesias y catedrales. Sus acabados de mármol policromado son iguales que los de la catedral. Se puede subir a lo alto de sus 84.7 metros con el Brunelleschi Pass o con una entrada a parte.

El baptisterio

Independientemente de si decidís visitar su interior, vale la pena acercarse a contemplar los finos detalles de las escenas bíblicas de la Puerta del Paraíso, completamente recubierta de patina de oro. Lo que se ve hoy en día son réplicas, las originales se encuentran en el Museo de la Catedral.

La capilla de los Medici

Muy cerca de la piazza del Duomo pero menos visitada que la catedral se encuentra la capilla de los Medici, que forma parte de la basílica de San Lorenzo, aunque no comparten entrada. A la capilla se entra por la parte posterior del templo. Horarios y entradas (12€) aquí.

Los Medici fueron una influyente familia dedicada a la banca y con un enorme poder político sobre reyes y papas. Además, fueron mecenas del arte y la cultura renacentista. De hecho, Miguel Ángel trabajó para los Medici hasta que se marchó a Roma para la realización de los frescos de la Capilla Sixtina en el Vaticano.

Está dividida en dos salas: la capilla de los Príncipes y la Sagrestia Nuova. La primera es una inmensa sala octogonal donde se encuentran los sarcófagos de destacados miembros de la familia rodeados de opulentes paneles de mármol y piedras preciosas.

En la adyacente Sagrestia Nuova, en cambio, se encuentran tallas escuplidas por Miguel Ángel, entre las que destacan las esculturas emparejadas del Amanecer y la Oscuridad sobre la tumba de Lorenzo I, y las del Día y la Noche sobre la de Giulani de Medici.

Mercato Centrale

Tras estas dos visitas se os habrá abierto el apetito, así que la proximidad del Mercato Centrale lo hace ideal para dar un bocado. Además de vender productos regionales, hay varios puestos de comida preparada. Entre ellos, se encuentra Da Nerbone. Aquí encontrarás el auténtico bocadillo lampredotto de trippa fiorentina (es tal cual suena) y platos preparados a precios populares.

Piazza della Republica

Volvemos hacia el centro, a una de las plazas más concurridas de la ciudad, la plaza de la República. Originalmente, la loggia albergaba el bullicioso mercado de la ciudad, donde se comerciaban especialmente téxtiles, y era un importante lugar de reuniones políticas. Ahora en el mercado se venden souvenirs y las calles adyacentes estan repletas de tiendas y restaurantes turísticos.

Justo delante de la loggia del mercado se encuentra el famoso porcellino de bronce del siglo XVII, copia de un original romano de mármol. La leyenda cuenta que, para tener suerte y regresar a Florencia, debe frotarse el hocico del jabalí e introducirle una moneda en la boca. El objetivo es que caiga por la rendija de agua que tiene a sus pies. De lo contrario, no se obtendrá el efecto anhelado.

La escultura de la plaza es una copia de la original, que veremos mañana en la Galería Uffizi.

Piazza della Signoria

La siguiente plaza es una de las más grandes de la ciudad y también de las más hermosas. El palacio Vecchio, cuya torre domina sobre la plaza, era el edificio cívico más importante de la ciudad. Su construcción se llevó a cabo entre 1299 y 1314. En el siglo XVI fue brevemente palacio ducal. Cosme I de Medici residió en el palacio y ordenó algunas modificaciones al edificio antes de trasladar su corte al palacio Pitti. Hoy en día el edificio alberga dependencias municipales, pero mayoritariamente está abierto al público como museo, en el cual puede verse una espectacular Sala del Cinquecento y subir a lo alto de los 94m de la torre. Las entradas cuestan 16€.

Una réplica del David de Miguel Ángel custodia la entrada del palacio Vecchio, pero no es la única escultura que ver en la plaza. Girando la vista, nos encontramos con la loggia dei Lanzi. Es una galería de arcos que originalmente era la sede de la elección de los jueces de la ciudad. Los Medici la usaban también como terraza para ver las ceremonias que tenían lugar en la plaza. Hoy en día se ha convertido en una especie de museo al aire libre. Entre las esculturas que alberga, destacan un Perseo de bronce, que sostiene la cabeza de Medusa y el Rapto de las Sabinas.

Ponte Vecchio

¡Continuamos! Con sus características tiendas colgantes, el ponte Vecchio es uno de los símbolos de Florencia. Se construyó en 1345 y fue el único puente sobre el Arno que no se destruyó en la Segunda Guerra Mundial.

Las tiendas colgantes eran originalmente carnicerías. Cuando Cosme I de Medici se mudó al cercano palacio Pitti ordenó su traslado para alejar los malos olores. Los locales comerciales fueron luego ocupados por joyeros y orfebres.

Piazzale Michelangelo y San Miniato al Monte

A la otra orilla del Arno se encuentra el Palacio Pitti. Nosotros lo vimos por fuera y nos dirigimos cuesta arriba desde la piazza Poggi al piazzale Michelangelo, pasando por el Jardín de las Rosas. El piazzale tiene unas vistas espectaculares sobre toda la ciudad y es muy frecuentado al atardecer.

A pesar de la popularidad del piazzale Michelangelo, vale la pena seguir colina arriba hasta la iglesia de San Miniato al Monte. Las vistas quizás sean mejores en el piazzale, pero San Miniato ofrece un punto de calma. Además, el interior de la iglesia es precioso. Si vais a las 18h30, podéis escuchar el canto gregoriano de los monjes todos los días de la semana (info horarios aquí).

Cenar en Florencia

De vuelta al centro, os sugerimos dos lugares donde cenar en Florencia:

– Trattoria Mario: junto al Mercato Centrale. Es nuestra recomendación más top de dónde comer en Florencia. Sopas, pastas, carnes… ¡todo está riquísimo! Además, el local tiene mucha historia, ya que se abrió para atender a los trabajadores del mercado. Hoy está frecuentado por locales, turistas y también muchos estudiantes. Los precios son medios, incluso baratos por lo bien que se come.

– Trattoria L’Oriuolo: si lo que buscas es menos bullicio y un ambiente más elegante, con manteles a cuadros, esta es tu trattoria. Buen servicio en una calle con vistas a la cúpula de Brunelleschi. Los precios son algo más elevados.

Día 2

Segundo día dedicado a los mejores museos de la ciudad: si os suena a sobredosis de arte, siempre podéis cambiar el orden de los factores y visitar uno de ellos el primer día.

Galería Uffizi

Y si tenéis que escoger solo uno, decantaos por la Galería Uffizi, uno de los museos de arte más importantes del mundo. Cosme I de Medici mandó construir el edificio para los gremios de artistas. El piso superior lo reservó para la colección privada de la familia.

La galería, en forma de U, se extiende desde la plaza della Signoria hasta la orilla del río Arno y contiene obras de los grandes artistas renacentistas. El Nacimiento de Venus de Boticelli es quizás la más conocida por el público general, pero compite aquí con pinturas de Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael.

Son necesarias unas 3-4h para ver el museo. Los tickets cuestan 12€ y es conveniente comprarlos en línea para evitar las largas colas.

Al salir, nada mejor que comerse un bocadillo de A l’Antico Vinaio. Tienen cuatro locales en la Via dei Neri. Aunque haya cola a todas horas, avanza rápido y los bocadillos estan buenísimos.

Basílica della Santa Croce

La siguiente parada del día es la basílica de la Santa Cruz, en una bonita plaza del mismo nombre. En el interior de la catedral gótica se pueden ver frescos de Giotto y la tumba de Galileo Galilei, entre otras obras de arte. La entrada cuesta 8€. En esta ocasión no entramos y nos conformamos con admirar la fachada gótica del templo.

Galería de la Academia

Por la tarde tenemos entradas reservadas para la Galería de la Academia. A nuestro parecer y habiendo visitado la Galería Uffizi, esta visita tiene bastante menos que ofrecer. No es muy grande y se puede recorrer en 1h con calma. El David de Miguel Ángel es el atractivo central de las galerías. Son 5,17m de auténtica proeza escultórica.

Si queréis verlo en vivo, la entrada cuesta 12€ y también conviene reservarla con antelación. Si no, os tendréis que conformar con la réplica que hay frente al palacio Vecchio.

Basílica de la Santísima Anunciación

La Galleria dell’Accademia está muy cerca de la basílica de la Santissima Annunziata, cuya fachada con arcos es el preámbulo de un bellamente decorado interior. La iglesia es famosa por la leyenda de la pintura de la Anunciación que alberga en su interior y cuyo pintor atribuyó a un ángel, que dio las últimas pinceladas. La visita es completamente gratuita.

Santa Maria Novella

Nos acercamos luego a Santa Maria Novella, en la plaza del mismo nombre cerca de la estación de trenes. Se trata de una basílica con elementos góticos y renacentistas y una bellísima fachada. La entrada al interior, que alberga numerosas obras de arte de artistas renacentistas italianos del siglo XV, tiene un coste de 7,5€ (aunque nosotros no accedimos). 

Farmacia de Santa Maria Novella

En la via della Scala se encuentra esta antigua farmacia del convento de Santa Maria Novella, ahora reconvertida en perfumería. Vale la pena entrar y echar un vistazo a sus decoradas estancias.

Atardecer en Florencia

Hora del atardecer en Florencia y tenemos diversas opciones: la más concurrida es sin duda el piazzale Michelangelo, al que acudimos ayer por la tarde. Una alternativa es ver la puesta de sol sobre el Arno. Desde el puente Alle Grazie, las vistas sobre el puente Vecchio y los colores sobre el agua son espectaculares. Y si además lo combináis con un helado de la cercana Gelateria dei Neri, habréis acertado completamente.

Otros destinos en Italia

Venecia fue la primera parada de una ruta que nos llevó también de visita a Padua, a la Toscana (Florencia, Pisa, el pueblo de San Gimignano y Siena) y a la ciudad de Bolonia en la región de Emilia-Romagna.

O si vuestra ruta italiana es más larga, podéis consultar también nuestras recomendaciones en Roma, Nápoles y Pompeya.

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